El hecho de que la Comunidad Europea de Naciones decida en su flamante Constitución que nuestras Islas del Atlántico Sur e inclusive nuestro Territorio Antártico, se consideren territorios europeos de ultramar confiados al tutelaje de Inglaterra, es una directa amenaza a nuestra soberanía y nos encuentra con que tenemos un sistema defensivo prácticamente inexistente.
En la base de este problema se encuentra la política monetarista de mínima emisión (16% del PBI mientras los países que tienen Estados fuertes emiten al menos el 80% de sus respectivos PBI)[1] con lo cual el Presupuesto Nacional no alcanza para restaurar nuestra potencia militar, ni para desarrollar nuestra potencia productiva.
Aunque este no es todo el problema. También es necesario definir nuestras hipótesis de conflicto ante la real amenaza que implica el que potencias extranjeras se atribuyan soberanía sobre nuestro territorio.
Esto surge como la culminación de un proceso que ya lleva 60 años de debilitamiento de nuestro país mediante un ataque sistemático por parte del Imperio Global, y en especial por Estados Unidos[2], que logró hacer desaparecer a nuestras Fuerzas Armadas después de convencerlas y entrenarlas para cometer actos aberrantes contra su propio Pueblo, dejándonos indefensos, pues como primero dijo San Martín “Los argentinos no somos empanadas que se comen con sólo abrir la boca”, y luego probamos en la Guerra de Malvinas, donde nos ganaron, pero a costa de quedar maltrechos.
En la Guerra de Baja Intensidad, la más importante ocupación de nuestro país por agentes extranjeros se concentra en la City porteña, y su punto álgido es el Banco Central de la República Argentina, que ha logrado convencernos de que la soberanía monetaria y el federalismo monetario son contrarios al desarrollo de una economía próspera e independiente.
Este es el Primer Bastión Enemigo a despejar, pues allí se encuentra el freno a nuestro desarrollo económico y es la Sede Central de los Saqueadores de la Argentina, pues desde allí se roban nuestra riqueza con el menor esfuerzo. Estos saqueadores son los primeros contra los cuales debemos desarrollar nuestra Hipótesis de Conflicto, pues sin dinero no podemos instaurar una organización militar que pueda combatir eficazmente contra estos saqueadores implacables.
Los ejemplos de las anexiones que las fuerzas combinadas de la NATO han logrado en Irak, intentado en el Líbano, y hoy desplegados en Afganistán no dejan dudas de su decisión. Y no podemos hacernos ilusiones sobre el significado que tiene reinstalación de la Cuarta Flota norteamericana ni de la proliferación de bases militares invasoras en Suramérica. Estos son datos objetivos, y configuran una amenaza muy real y concreta.
Existen también sectores de la City porteña donde se encuentran instaladas otras divisiones de la Quinta Columna Invasora: son los “lobbies” de organizaciones extranjeras, los grandes medios de difusión controlados por ellos, y el control accionario de los sistemas de fabricación y distribución masiva, con sus respectivas organizaciones de apoyo institucional, tanto argentinas[3] como “multilaterales”, entre los cuales se destacan el Banco Mundial, el FMI, y similares, la Sociedad Interamericana de Prensa, aquí operan las grandes consultoras y auditoras como la británica Price, Waterhouse & Cooper y los grandes estudios de abogados destinados a “garantizar la Seguridad Jurídica del Saqueo y la Sumisión”. A esto se suman las empresas controladas por nuestros enemigos que manejan recursos estratégico fundamentales, como las comunicaciones, la energía, los combustibles, los sistemas de distribución masiva y la enseñanza superior a cargo de universidades privadas.
ES URGENTE ACTUAR
Las experiencias de resistencia exitosa ante invasores muy superiores militarmente, requieren implementar sin vacilaciones:
· Un sistema de alianzas militares específicas con nuestros hermanos sudamericanos, tan amenazados como nosotros. Para lo cual debemos compatibilizar recursos militares, integrar nuestras industrias nacionales[4], apresurar los medios de integración física entre nuestros países, establecer doctrinas defensivas congruentes. A esto debe sumarse esfuerzos conjuntos con las potencias que son enemigas de nuestros enemigos, con ellas podemos trabajar para el desarrollo tecnológico y económico, el intercambio de información y de conocimientos relevantes, el apoyo en los foros internacionales y en la tarea de contrainteligencia y de “contraimagen”, considerando que Hollywood es, en realidad, una dependencia del Grupo de Guerra Psicológica y Cultural del Pentágono que está siempre presente en todos nuestros canales de cable.
El nuevo Mundial de Fútbol brinda una oportunidad de explorar una alianza estratégica con Sudáfrica para comenzar a desarrollar una NATO del Atlántico Sur, que es la amenaza más inmediata, para la cual ya comenzaron con el despliegue jurídico (esta constitución europea a contramano de todo lo dispuesto por las Naciones Unidas) lo cual nos debe enseñar que es ingenuo pretender que la Razón alcanza, si no contamos con la Fuerza para sostenerla.
· Nuestras Hipótesis de Conflicto deben resolverse integrando la doctrina militar tradicional, (para la cual debemos disponer de medios defensivos de alta tecnología, en especial electrónicos, misilísticos y satelitales), con los recursos adecuados para llevara a cabo una extensa campaña de Guerra Asimétrica, tanto en tierra como en el agua y en el aire.
Estos recursos deben ser diseñados tanto para repeler una potencial invasión, como para reprimir el saqueo permanente de nuestros recursos, tales como la depredación marítima, el agotamiento de los nutrientes de nuestras tierras, el envenenamiento de la tierra y el agua por los agroquímicos y la explotación minera, la destrucción de la juventud mediante las drogas y los centros de “dispersión”, la ignorancia de los niños y jóvenes gracias a la degradación de nuestro sistema educativo, el bajo nivel de la enseñanza en las universidades, el desmantelamiento de las escuelas técnicas, a lo que se suma el constante machaqueo de imágenes creadas por la publicidad que tienen un profundo valor educativo, y a esto se suma la creciente apropiación de nuestras tierras por parte de empresas extranjeras que pagan con papeles que no tienen bienes de respaldo[5].
· Debemos realizar consistentes inversiones en el desarrollo de la industria militar para acumular los medios suficientes como para resistir un largo asedio por parte de potenciales invasores, que disponen de sistemas de espionaje y comunicaciones satelitales, portaaviones gigantescos con sus flotas de apoyo, submarinos nucleares, tanques poderosos y tropas terrestres con sofisticado equipamiento, y una penetración de espías y agentes subversivos largamente asentada en la Argentina.. Este dispositivo de Invasión Física, según dicen los medios propagandísticos, les requiere una inversión promedio de un millón de dólares por soldado desembarcado o por cada mercenario de apoyo (contratistas privados los llaman). Este es un tren de gastos que, países quebrados como Estados Unidos y la Unión Europea, no pueden sostener mucho tiempo. Y también a nuestro favor debemos computar que existe una creciente resistencia popular a la llegada de jóvenes norteamericanos en ataúdes o sillas de ruedas, muertos o mutilados por defender los intereses de las corporaciones multinacionales.
La recreación de un eficaz Dispositivo de Defensa requiere: Reconstruir en forma eficiente a Fabricaciones Militares, desarrollar nuevas fábricas de aviones y misiles, reactivación y renovación de nuestros astilleros y montar fábricas de vehículos militares, todos adecuados a la producción masiva que requiere la Guerra del Todo el Pueblo y a las necesidades y capacitación técnica y estratégica del Grupo Armado Permanente encargado del entrenamiento y la coordinación de las reservas y del manejo del dispositivo de la Guerra Física Defensiva ante los Ataques de Alta Intensidad.
Estos ataques consistirán básicamente en ataques aéreos por aviones de alta tecnología, algunos tripulados y otros manejados a control remoto, por disparos de misiles, desde buques o de largo alcance, y por el desembarco de fuerzas blindadas terrestres. También han usado armas químicas, biológicas y climáticas[6], de alta intensidad o baja intensidad. Para todas estas formas de ataque debemos tener recursos adecuados para la resistencia y/o la represalia[7].
· Al mismo tiempo se deben destinar generosos recursos para investigación y desarrollos tecnológicos y científicos y a la formación de nuevas camadas de científicos y tecnólogos de alta capacitación. La empresa con mayor nivel de excelencia y éxitos a nivel internacional es sin duda una empresa estatal: INVAP. Es un modelo que debemos repetir pues desarrolla alta tecnología y eficiencia operativa combinando aportes científicos provistos por las instituciones estatales de punta, en este caso la Comisión Nacional de Energía Atómica, con un centro de estudios de alto nivel, también estatal, y la ubicación en un lugar del país alejado de la ciudad más penetrada por los intereses de los que acaban de demostrar una vez más, que son nuestros enemigos: el puerto de Buenos Aires.
· Con respecto al personal militar, la única defensa posible ante la invasión con los poderosos recursos del Imperio Global[8], es la Guerra de Todo el Pueblo Organizado, como ha sido probado por el Vietcong con la derrota de Estados Unidos en Vietnam y por Hezbollah, que derrotó en toda la línea a la invasión israelí al Líbano[9] y también por el rechazo de la intervención norteamericana en Somalía[10]. Pero para constituir una fuerza armada capacitada debemos recuperar a los jóvenes argentinos que deberán asumir el coraje de defender a su Patria. Hoy estos niños y jóvenes están salvajemente atacados por la miseria, la falta de valores, la hecatombe familiar, las drogas y la ignorancia.
La Guerra de Todo el Pueblo no puede ganarse si no desarrollamos una doble estrategia: A.) Combatir realmente cada uno de estos factores (batalla cuya descripción excede los límites de este trabajo), y B.) Construir células sanas alejadas de la periferia de las grandes ciudades, hoy ocupadas por los aliados locales de nuestros enemigos. Para esta segunda estrategia hemos propuesto la construcción de una red de Microciudades Autosuficientes[11], donde encontrarán ocupación permanente, viviendas familiares, valores comunitarios, educación adecuada y desarrollo productivo adecuado a la sociedad post-industrial, y que puede llevarse a cabo utilizando sólo una parte de los 680.000 millones de pesos que el Banco Central nos niega a los argentinos.
· En el resto del país debemos asumir la política militar helvética, de mantener reservas activas y servicio cívico-militar obligatorio, con capacitación adecuada y actualizada de hombres y mujeres (en los distintos niveles), que sirva para defendernos de los ataques sinérgicos que usa el Imperio en los Siete Escenarios bélicos: El de la Guerra Física, la Guerra Económica, la Guerra Política, la Guerra Psicológica, la Guerra Cultural, la Guerra Biológica y la Guerra Ambiental, que despliega en formatos de Alta y Baja Intensidad.
Con esta concepción estratégica, que no es otra que la que utiliza el Imperio Global para atacarnos, debilitarnos y saquearnos, ningún argentino puede quedar fuera del Sistema de Defensa de la Patria, pues todos tienen una trinchera que defender en cualquiera de estos Siete Escenarios.
Buenos Aires, viernes 4 de diciembre de 2009
[3] Tales como el CARI, IDEA, la UIA, la Sociedad Rural con su Mesa de Enlace, la Asociación de Bancos, la SIP, Entre otras
[4] Tal como han hecho las empresas multinacionales para explotarnos más eficientemente.
[5] Desde 1971 Estados Unidos no respalda su moneda con tenencias en oro, justificando que su producción era suficiente respaldo, pero ahora acaba de emitir dólares por un valor equivalente al 340% de su PBI, con lo cual ese dinero no tiene valor real, son pobres que mantienen la imagen de ricos emitiendo cheques sin fondo.
[6] El sistema de Guerra Climática se llama HAARP y sus bases de ataque se encuentran dentro del círculo polar ártico.
[7] No debemos olvidar que los submarinos británicos utilizados en la Guerra de las Islas Malvinas tenían misiles con cabezas nucleares que habían establecido a la ciudad de Córdoba como blanco.
[8] Ver mi libro “La Cuarta Guerra Mundial: El Imperio Global contra el Tercer Mundo” en www.cuartaguerra.com.ar (1999) y en http://www.scribd.com/doc/20450474/La-Cuarta-Guerra-Mundial (2009)
[9] Ver artículo “Dimensiones de la Derrota Israelí” publicado en Questión Latinoamérica – Año 3 –nº 25 y en mi libro “Política Internacional” en http://www.scribd.com/waltermoore
[10] Descripta realísticamente en el film norteamericano “La caída del Halcón Negro”.
[11] Ver mi libro “Microciudades Autosuficientes – Espacios para vivir libres y felices” en http://www.scribd.com/waltermoore (2009)
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