INGRESAMOS EN EL POST-INDUSTRIALISMO Y EL POST-CAPITALISMO
La Historia no es el resultado de
una secuencia de acontecimientos (generalmente recopilados posteriormente) sino
de un proceso de acumulación de hechos estructurales, procedentes de algunas
culturas, que a su vez han sido la consecuencia de condicionamientos culturales
(tales como el lenguaje y las estrategias de supervivencia), como de las
relaciones entre estas personas y su medio ambiente, (por ejemplo, el
crecimiento de la población es un resultado de la capacidad de un grupo humano
para abastecerse de alimentos y crear desarrollo social)
Estos procesos se explican
mediante la teoría de Eric Berne, que afirma que la acción social de las personas
está reglada por una “Economía de Caricias Sociales”, en el sentido amplio del
término, que incluye gratificación personal y respeto social. Esto hace
evidente que las decisiones políticas que prosperan son el resultado de un
sistema de necesidades y posibilidades dentro del complejo social que las
asume.
Desde esta perspectiva podemos
explicar la crisis actual, ocasionada por el derrumbe del precio del petróleo (que
afecta a la economía de la mayor parte de las naciones, sean productores o
consumidores), no es un proceso transitorio, si bien es parte de una operación
de Imperio Global contra países desobedientes, pero ricos en petróleo como
Rusia, Venezuela, Irán y también contra Arabia Saudita y las monarquías
petroleras del Golfo, cuyo futuro dependía del consumo de la población europea
y estadounidense, desafiando una ley de la sana acción política: “No poner su felicidad donde no alcanza su
poder”.
Y cumplir con esta ley, implica
organizarse para una creciente autosuficiencia, o sea todo lo contrario de lo
que sucede con los principios del “libre mercado”, que somete a la producción
local a los vaivenes de la venta a otros países, o corporaciones
multinacionales.
En realidad esta ofensiva de la
oligarquía global no se dirige a controlar el tráfico del petróleo, sino a
preservar la hegemonía de la moneda con que se paga: Los Petrodólares, clave de
la hegemonía norteamericana desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, y se
consolidó cuando la Unión Soviética implotó, dejando al mundo sin un foco de
real resistencia al capitalismo salvaje
que asumió el control de la economía mundial.
El siglo 21 comenzó de una manera
muy diferente, siendo el atentado a las torres gemelas de Nueva York, el punto
de largada de una ofensiva de la elite norteamericana, que primero intentó
obtener el poder absoluto sobre la Humanidad, y ahora se ha convertido en un
conjunto de acciones desesperadas por retener un poder que se le escapa de las
manos, gracias al acuerdo de las naciones amenazadas por este capitalismo
crepuscular, que ya no produce riqueza, sino que se limita succionar la que
crean otros, mediante la especulación monetaria, que está encabezada por el uso
de los Petrodólares.
Y paradójicamente, este proceso
tuvo como resultado un incremento notable de las capacidades autosuficientes de
las distintas naciones, sean productoras o consumidoras de hidrocarburos,
encabezados por las acciones del principal consumidor mundial, Estados Unidos, cuyas
importaciones se redujeron de 12,4 millones
de barriles (mdb) en 2005 a 7,4 mbd en 2012, ya que su producción total de
petróleo ha ido aumentando de forma constante de los 8,3 mbd en 2005 a los 11,1
mbd en 2012, en un proceso que ha seguido igual en los años posteriores, hasta
disminuir el déficit de la balanza comercial, causado en sus dos terceras
partes por la compra de hidrocarburos (en 2013 gastó un total de $300.000
millones en importaciones).
Pero la hegemonía global no se basa en un producto, como el petróleo, sino
en el uso de la moneda global: el dólar, y el menor volumen de Petrodólares
involucrados en el comercio mundial, opera en contra de los objetivos de
dominación globales, por lo cual Estados Unidos se lanzó en una ofensiva
diplomática contra el único país suficientemente armado como para confrontarlo.
Pero Rusia había previsto estas movidas y las últimas décadas ha
consolidado un sólido y poderoso sistema de alianzas gracias a la Organización
de Cooperación de Shanghái, con la que incluye a más de la mitad de la
población mundial y a gran parte del territorio mundial al incluir a China y la
India, a la que ahora se suma Irán, con lo cual se desbarata el plan de
rediseño del Oriente Medio de las elites norteamericanas.
Esta operación de resistencia, Rusia la sigue mejorando con la
incorporación de Turquía a esta alianza mediante la construcción del gasoducto
South Stream, con el cual abastecerá a la Unión Europea entrando por el sur de
Grecia, eliminando uno de los objetivos de la provocación en Ucrania, y
sorteando la operación para impedir que Rusia vendiera gas a Europa por la
indefinición de Bulgaria a dejarle pasar a Gazpron por ese país.
Esto también debilita la obediencia de los países europeos a las elites
norteamericanas, porque atenta contra sus intereses, pues pierden por partida
doble, el gas barato de Rusia y los ingresos que les generaba el mercado ruso,
todo por las “Sanciones” inventadas por Estados Unidos para debilitar a Rusia,
pero cuyos resultados debilitarán su objetivo de crear un ALCA con la Unión
Europea, que sólo es un negocio para resucitar la industria de los
norteamericanos.
Además de esta alianza de Rusia
con Asia, la constitución de los BRICS, y de la UNASUR, llevarán al dólar a ser
la moneda que pronto sólo se utilizará para el comercio con Estados Unidos, con
lo cual el Proceso de Autosuficiencia no sólo llegará al sistema productivo,
sino que comprenderá también al sistema de monedas nacionales y continentales.
Así que, si dejamos de escuchar
el ruido de tambores y bayonetas, vemos que los procesos de autosuficiencia están
avanzando en todas las regiones del mundo, y es muy posible que el petróleo
tenga un destino similar al del carbón que, a pesar de tener enormes reservas
en todo el mundo, se ha convertido en un combustible marginal.
Estados Unidos ha desarrollado
muchas propuestas para disminuir los gastos que le ocasionaba la compra de
petróleo, pero ninguna satisfacía las condiciones de mantener la hegemonía de la
poderosísima industria petrolera, que ha comprado todas las patentes que
permitían usar otros combustibles (como el hidrógeno o el agua), y se ha
opuesto al desarrollo de los vehículos híbridos y eléctricos (como en la
Argentina, donde a pesar de tener que importar grandes volúmenes de
hidrocarburos lograron, por ejemplo, impedir el ingreso del auto Toyota Prius,
un híbrido que consume la décima parte de nafta que un coche convencional igual,
y eso que este país ya tiene importantes fábricas de Toyota).
Así, con el fenomenal impulso que
le han dado a los procesos de obtención de petróleo y gas de esquistos, los
norteamericanos lograron frenar la importación sin debilitar a la industria
petrolera, y los bajos costos de la energía local están provocando el regreso
de muchas industrias que habían llevado sus fábricas a otros países,
incorporándose de nuevo al proceso norteamericano de autosuficiencia, que ya
cuenta con un gran desarrollo de
generadores eólicos, incremento de represas y centrales nucleares seguras, y la
organización de sistemas calóricos que aprovechen la energía solar.
Todos estos procesos no sólo
ayudan a la autosuficiencia energética, sino que responden también a la
creciente resistencia a la contaminación ambiental que genera la producción
petrolera, todos estos motivos no contribuyen a un buen pronóstico para el
futuro de las multinacionales del petróleo, y en consecuencia, de los
Petrodólares.
El mayor exponente mundial de
organización autosuficiente es China, hoy la primera potencia económica
mundial, que recorrió en décadas procesos que llevaron siglos en Occidente, y
también está repitiéndose en todo el mundo, incluso en algunos sectores de la
Argentina, que era un país prácticamente autosuficiente hasta que el Imperio
Global hizo que asesinaran a 30.000 dirigentes patriotas para convertirnos de
nuevo en subdesarrollados, justo cuando empezaba el siglo 21.
Este proceso de cambio
estructural se está generando en el sistema productivo de todos los países, pues
todos buscarán la forma de autoabastecerse de todo lo posible, sobre todo en
energía y alimentos, puntales del intercambio comercial en el planeta, y en
consecuencia:
HA LLEGADO
EL MOMENTO DE DEJAR DE CONFIAR EL FUTURO ECONÓMICO AL SECTOR EXTERNO
Pues la Autosuficiencia implicará
el ocaso definitivo del Imperio Global (que cambia de sedes de acuerdo a las
capacidades de domino que le ofrecen los distintos países), pues las
capacidades autosuficientes generarán una explosión de creatividad, tanto de
procesos políticos, sociales y tecnológicos, algunos inimaginables en el siglo
pasado, como por ejemplo el desarrollo de las impresoras tridimensionales, que,
en esencia, crean la posibilidad de enviar en forma gratuita, por Internet,
productos elaborados, y así como la industria se expande a partir de la
invención de la imprenta, el post-industrialismo encuentra su camino autosuficiente
con la invención de Internet.
Y todo esto sucede en medio de la
desesperación de aquellos que no se resignan a formar parte del pasado, y
operan para “cambiar algo que permita que todo siga igual”.
América Latina, por su parte,
está dando pasos gigantescos hacia la Autosuficiencia, mediante el proceso de
integración continental, y aquellos que vivieron saqueándonos durante cinco
siglos tendrán que encontrar la manera de mantener su estándar de vida sin poder
robarnos el nuestro, pues existe una conciencia cada vez más clara que la
contradicción principal que nos afecta es: Corporaciones versus Democracia.
Así, la Autosuficiencia trastoca
todas las reglas del comercio internacional, y con ello el control
político-económico de las naciones a través del llamado “Sector Externo”,
gracias al cual se llevaban nuestra riqueza a cambio de papeles impresos o
signos de computadoras, que casi no tienen costo.
La Autosuficiencia significa el
fin de la No-Cultura llamada Globalización, que no fue más que el producto de un
golpe de Estado Mundial generado por el sistema financiero internacional para
saquearnos y obtener el control de la población mundial, finalmente amontonada en grandes ciudades, condición
necesarias para que recibamos instrucciones permanentes, tanto a través de todo
el sistema educativo, como de la omnipresencia de los medios de difusión,
indicándonos sobre lo que debemos pensar, consumir y desear.
Y como muy bien predijo George
Orwell en “1984”, si esto comienza a dejar de funcionar, siempre intentarán declarar
una nueva guerra mundial, cosa que la oligarquía anglo-norteamericana está
intentando, pero su torpeza de las últimas décadas le impedirá tener éxito,
pues aunque nos desprecien, los Pueblos, inclusive el norteamericano, tienen
memoria e instinto para sobrevivir.
LA
EXPANSIÓN DE LA CULTURA MERCANTILISTA ORIGINARIA DE EUROPA HA TERMINADO
Desde la invención alemana de la
Imprenta, que generó la producción industrial, y creó las condiciones para aumentar
“recurso natural” que es la población, concatenada con el despliegue del
sistema comercial internacional, hasta exportar un tercio de la misma al resto
del mundo, instalando la mercantilización de la cultura, que lo invadió todo.
Pero ahora Europa quedó la zaga
en la producción de niños y cultura, mientras la producción ingresa en un nuevo
proceso que puede designarse como pos-industrialismo, y donde la estructura
económica se vuelve cada vez más autónoma del sector externo, en otro proceso
que puede designarse como post-capitalista, que dejará, como ahora en Estados
Unidos, una enorme cantidad de capital disponible para el desarrollo de bienes
básicos, como las viviendas y la infraestructura necesaria para brindar una
alta calidad de vida.
Y esta calidad de vida no puede
obtenerse en las megalópolis actuales, signadas por la rivalidad y la
competencia, lo que llevará a un Nuevo Programa Urbano, que algunos designan
como Rurbanización, pues integra los tres escenarios donde transcurre la vida,
el urbano, el rural y el silvestre.
Allí se desarrollará la Nueva Cultura,
que es el producto de un intercambio entre personas diferentes, y de estas con
su medio ambiente, y para eso América tiene los valores tradicionales
necesarios para construir sus bases.
Gracias a estos procesos, como
anticipaba el Gran Mao: “Florecerán mil flores”, al mismo ritmo que se
marchitan las que nacieron entre los voraces mercaderes de Europa.
Buenos Aires, 9 de diciembre de 2014
No hay comentarios.:
Publicar un comentario