24 ago 2016

LO QUE VENDRÁ

Por Walter Moore
17/08/2016

Los tiempos principales de la Política son los del futuro, y todo lo que hagamos, o dejemos de hacer ahora, nos abrirá o cerrará el futuro. Por otra parte, Perón decía que “La experiencia propia llega tarde y es muy costosa”, también afirmaba que la única política relevante es la política internacional, porque esta repercute en todos los países, y estos a su vez la retumban en el nuestro.

Por eso, para intuir “Que es lo que vendrá” no debemos concentrar nuestra mirada hacia adentro de nuestro país, ni siquiera adentro de nuestro Continente Suramericano, sino a lo que sucede en las naciones que han logrado imponer su voluntad o dar su ejemplo a muchas otras. 


Y hoy, y en un futuro no muy lejano, estas grandes naciones parecen disponerse a cometer grandes errores, especialmente en dos frentes de tormenta sumamente peligrosos: El Económico y el Bélico.

Desde la crisis del 2008  la situación económica de los países atlantistas no ha mejorado, se la ha contenido y hecho lo que siempre se hace en estos casos: Se la ha “pateado para adelante”, y ahora reaparece, pero se han formado fuertes anticuerpos en este lapso dejando a la elite dominante con menos recursos, obligándola a quemar recursos que fragilizan su poder, por ejemplo: Aplicar también a América Latina el método golpista de las “Revoluciones de Colores”, ya instalado en Europa, el Oriente Medio y el norte de África.

El método funcionó hasta que los rusos dijeron ¡Basta! Interviniendo militarmente en Siria al mismo tiempo que Estados Unidos se sumaba a la crisis económica (con la visibilidad del 1% rico versus el 99% cada vez más pobre) una inesperada crisis política con la irrupción de Trump como candidato a la presidencia de ese país con apoyado en un discurso opositor al financierismo apátrida de la elite dominante. 

Así que hoy vemos que el enorme poder acumulado por este grupo encuentra contendientes muy poderosos: China (potencialmente capitalista, e integrado al sistema de poder actual) decide aliarse con su poderoso vecino ruso, que cuenta con el indudable liderazgo político de Putin, y el desarrollo del creciente poder bélico ruso, aliado con el poderío poblacional, industrial y comercial de China. 

Por otra parte, la imagen de “Democracia Liberadora” del capitalismo como principal forma de avance de la Humanidad, está siendo contradecida por el énfasis en los aspectos éticos reclamados por  el Papa Francisco, manifestando un cambio en la actitud de la Iglesia Católica, que ahora impulsa un cambio de actitud, que deja los argumentos del “Derrame” como una falacia sin el correlato de la realidad de los pueblos, ni siquiera dentro de los Estados Unidos, cuya población genera crecientes manifestaciones de protesta que preanuncian un muy posible cambio en el sistema de poder político dentro de Estados Unidos, con el ascenso al poder de Donald Trump, que propone sustituir la economía especulativa por la reinstalación de la industria productiva, cedida a países tercermundistas para aumentar la tasa de ganancias de las corporaciones. Este cambio correrà el eje de los avances tecnológicos, poder ahora concentrado en la industria para la guerra.
 
Así que, lo parecía una carrera imparable hacia la instalación de un Nuevo Orden Mundial mediante la Globalización Corporativa, se está convirtiendo en un Conflicto Global, pues el sistema de poder extraterritorial propuesto por la plutocracia global, ahora con las versiones del ALCA para Europa y Asia, no parece que tendrá mejor destino que el que tuvo en América Latina. Por otra parte, la idea de una Unión Europea sin un estado democrático europeo 

El exageradísimo endeudamiento de Estados Unidos y las decisiones de muchos países de usar sus monedas nacionales para su intercambio mutuo, preanuncian el derrumbe del dólar como divisa imprescindible, modelo que ya encontró en el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras, instituciones para reemplazar al Banco Mundial. El preanuncio de la debacle lo encontramos en el principal aliado de Estados Unidos, Gran Bretaña, que prudentemente se despega del desastre de la Unión Europea; invento para el sólo beneficio de Estados Unidos y la gran banca mundial, que se encuentra a punto de estallar.

América Latina, con independencia de los impresentables que supo conseguir el Imperio del Caos, ya probó el sabor del la Unidad Continental, y para restaurarla sólo se necesita el tiempo para liquidar definitivamente a las oligarquías locales, siempre asociadas al Imperio de turno.

CONSTRUIR LO QUE VENDRÁ

En todo este Nuevo Desorden Mundial, América Latina en general y Argentina en particular tienen mucho que ofrecer a la Humanidad, dado que el proceso Universalista, ya está en marcha conducido por un argentino y peronista, ubicado en el lugar exacto para conducirlo: La Iglesia Católica que ha soportado dos mil años de conflictos internos y externos y sigue teniendo una vigorosa presencia en el mundo, Debemos hacer notar que Francisco no ganó ninguna elección popular: Fue elegido por la Iglesia al considerarlo el mejor conductor de sus intereses, y con él se otorgó el poder a la militante congregación de los Jesuitas, sabiendo que, de alguna manera, estos serán capaces de recuperar la transformación extraordinaria que lograron con su accionar en América con las Misiones Jesuítico-Guaraníes

La unción del primer Papa americano, preanuncia un programa de crecimiento de la integración de la cultura originaria de estas tierras con la cultura migratoria europea, una cultura criolla, solidaria, afectuosa y leal, como la que tuvo en el gobierno de Perón y Evita su máxima expresión política.

PREPARARNOS PARA LO QUE VENDRÁ

El futuro nos depara dos futuros posibles: Una Guerra Termonuclear, en la cual nada podemos prever, pues depende del nivel de locura que demuestren los que tienen acceso a los botones de lanzamiento de los misiles de la “Destrucción Mutua Asegurada”, y la otra es el retroceso más o menos rápido de las fuerzas del Imperio del Mal, necesario para instalar el Universalismo. 

Y todo ocurrirá en este siglo. 

Prepararnos para esto requiere encontrar formas de acción política capaces de articular la energía transformadora de las juventudes con la sensatez y el conocimiento de los ancianos inspiradores de los caminos para el cambio que, al menos deben disponer del derecho al veto a las propuestas provenientes de la energía juvenil, muy seducidas por el modo de vida “moderno” que nos ha colocado frente a este abismo. 

La unión de la energía juvenil y la experiencia de una madurez incorrupta es imprescindible para no volver a equivocarnos, o quedar cortos en el proceso de transformación posible.

Cordialmente.

Walter Moore
Buenos Aires, 17 de agosto de 2016

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